Los cauces y riberas de ríos se ven afectados por las viviendas que, en algunos casos, están por encima de ellos, e intensifican los impactos ambientales negativos y conllevan un deterioro ecológico (contaminación de ecosistemas, riesgos de inundación y erosión del suelo). Estos impactos afectan la calidad de vida de las personas que se abastecen de fuentes de agua, superficial tanto para consumo humano y riego.
Respondiendo a esta problemática, el Programa Servicios Sostenibles de Agua Potable y Saneamiento en Áreas Periurbanas (PERIAGUA), junto a aliados municipales, ha elaborado la “Guía para delimitar las Zonas de Protección Ambiental”, como una medida que apoye a una gestión adecuada y sostenible en la protección de ríos y quebradas, y con miras a la planificación territorial relacionada a los recursos hídricos.
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La presente cartilla resume las buenas prácticas, aprendizajes y recomendaciones de esta experiencia exitosa.