Los planes de restauración, que arrancaron en agosto de 2022, proponen y aplican en modalidad activa y pasiva una serie de medidas de restauración. La gestión abarca alrededor de 1.500 hectáreas que corresponden a áreas naturales de las comunidades de la Tucayta, Quilloac y La Capilla, en las parroquias de Cañar.
En estos sectores, la presión del cambio de la cobertura vegetal natural por pasturas introducidas para alimentar al ganado y fomentar la producción de leche, la compactación del suelo por el pisoteo del ganado, los riesgos climáticos, quemas no controladas y la erosión han sido factores que han afectado la integridad ecológica del paisaje.
Con la aplicación de estas y otras medidas, se espera, hasta septiembre de 2024, conservar la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de alrededor de 1.500 familias vinculadas a estos paisajes.
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