
La iniciativa que arrancó hace dos años empezó por recorrer el país e identificar las fibras naturales adecuadas para ser transformadas en platos de formas y tamaños diversos.
Las hojas recolectadas son previamente sometidas a un proceso de sanitización, blanqueado, secado y prensado antes de entrar a su industrialización, explica Sol Jaramillo, gerente general de la marca que se perfila como líder en la fabricación de vajillas biodegradables en el mercado ecuatoriano.